Monday, May 26, 2008

Argentina

De Naomi Kelin
Aparecido en La Jornada el 26 de mayo de 2008

Damos vueltas sobre Buenos Aires. El espacio aéreo está lleno de aeronaves, todas esperando, como la nuestra. El piloto explica que es culpa del humo, palabra que escucharé a menudo durante la semana siguiente.

Una hora y media después estoy en tierra firme, la cabeza me retumba, respiro el humo. La portada del diario Clarín muestra a alguien sofocándose y declara: “La peor contaminación atmosférica de la historia”.

Algunas cosas, como sobredimensionar, no han cambiado en Buenos Aires. De todos modos, es difícil no pensar en la primera vez que vine. Era enero de 2002. La economía acababa de derrumbarse, los bancos habían bloqueado las cuentas de sus clientes y los argentinos acababan de echar a cinco presidentes en tres semanas. Entonces también había humo, pero provenía de las fogatas callejeras.

En el lapso de una hora tengo tres teorías que intentan explicar el humo. 1) Es una protesta política de los granjeros, que prendieron fuego a sus cosechas para protestar contra un nuevo impuesto a las exportaciones de soya. 2) Es el gobierno, que prende fuego a los cultivos para que la opinión pública se ponga en contra de los granjeros después de que se pusieron en huelga contra el impuesto a la exportaciones. 3) Puede que sean los granjeros los responsables de prender el fuego, pero es culpa del gobierno, que deliberadamente rehúsa extinguirlo.

La verdad, aprendo más tarde, es que los fuegos son resultado de un cambio radical en la economía argentina. Este país solía centrarse en las vacas alimentadas con pasto, criadas por los famosos cowboys del cono sur, los gauchos. Pero la acelerada expansión de la producción de soya, debido a los elevados precios y a la gran demanda en China, ha orillado a los rancheros a ocupar tierras nuevas y cada vez más pequeñas. Queman los pastizales para renovar la tierra rápidamente, pero este año, debido a una sequía, los fuegos se extendieron sin control. Si sumamos los fuertes vientos, se explica el humo en Buenos Aires.

Es un símbolo poderoso: los orgullosos gauchos sofocados por la soya. Argentina sí que está cambiando.

Esta semana, la soya no es la única fuerza que desplaza a los vaqueros; también lo hace la Feria del Libro de Buenos Aires, la razón de mi viaje. La feria se lleva a cabo en La Rural, enormes terrenos usados para exposiciones agrícolas, donde los terratenientes argentinos subastan, desde hace más de un siglo, su ganado de alta calidad. La feria del libro transformó el lugar, cubrió los mugrosos pisos con alfombras rojas e instaló elegantes puestos. De vez en cuando llega el olor a estiércol. Nosotros, los escritores, preferimos no mencionarlo en nuestras presentaciones.

Aparte del humo, se notan muchos otros cambios en esta ciudad. La última vez que estuve aquí, las tiendas estaban vacías, en las calles había protestas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) mandaba. Esta vez Argentina ya no le debe al FMI, la economía prospera y, en el lejano Washington, el FMI se enfrenta a su propia crisis de la deuda, provocando un autoimpuesto ajuste estructural: la organización despide a cientos de sus empleados y echa mano de sus reservas en oro.

Hoy hay menos grafitis que digan “yanquis, regresen a casa” y más… yanquis. El quiebre del mercado en Argentina, en 2001, se debió, en buena medida, a la política monetaria que fijó la paridad del dólar y el peso. La economía estaba demasiado débil para mantener la ilusión, y la moneda se derrumbó. Esta vez, buena parte del auge proviene de que la economía estadunidense está en crisis y el dólar está débil. Buenos Aires, con sus magníficos cafés y sus diseñadores de vanguardia, ganó una reputación entre los vacacionistas estadunidenses como la Europa en descuento: el París barato.

En la feria del libro, alguien del público me preguntó si creía que debería vender sus dólares. Lo acusé de ser un capitalista del desastre, de aprovecharse de la economía estadunidense en sus tiempos de crisis. En este país en el que tantos desastres –golpes de Estado, hiperinflaciones, deuda– han sido oportunidades para que los extranjeros obtengan superganancias, el comentario provoca una buena carcajada. “A la Escuela de Mecánica de la Armada”, le decimos al taxista. “¿Por qué van a la ESMA?”, pregunta. “Porque ahí estamos filmando.” Durante un minuto me da la impresión de que nos va a bajar del coche. Opta por quedarse con su tarifa, pero mantiene un furioso silencio durante todo el viaje.

Entre uno y otro evento del festival, comienzo a trabajar en un documental de mi libro La doctrina del shock, dirigido por Michael Winterbottom y Mat Whitecross, el equipo que hizo Camino a Guantánamo. Esta vez vamos a retomar ese camino unas décadas antes, en Argentina y Chile de los años 70. El centro de tortura de la época más tristemente célebre fue la ESMA, escuela naval convertida en prisión clandestina. Según grupos de derechos humanos, ahí fueron torturados cerca de 5 mil desaparecidos; la gran mayoría fueron asesinados.

En 2002, los militares todavía controlaban la ESMA, mientras que los grupos de derechos humanos, como las Madres de la Plaza de Mayo, estaban marginados del aparato institucional argentino. Personas como mi taxista, que negaban la existencia de la mayoría de los crímenes, aún influían en los debates públicos. Los amigos y los familiares de los desaparecidos recordaban a sus amados con letreros de protesta, vigilias a la luz de velas y fantasmales esténciles pintados sobre las banquetas y las paredes.

Las cosas definitivamente han cambiado. Ahora Buenos Aires tiene un muro conmemorativo oficial, construido a base de 30 mil ladrillos individuales; cada uno representa a uno de los desaparecidos. El monumento fue develado hace menos de seis meses por el entonces presidente Néstor Kirchner. La versión de la historia resguardada por las madres, las abuelas y los hijos de los desaparecidos al fin comienza a ser parte de la historia aceptada de Argentina.

Vemos el cambio más drástico cuando llegamos a la ESMA, ahora controlada por grupos de derechos humanos que transforman las casas embrujadas en un nuevo tipo de escuela, enfocada en el tipo de país que los desaparecidos, la mayoría activistas de izquierda, trataban de construir cuando fueron aniquilados.

Siempre habrá quienes nieguen las atrocidades que aquí sucedieron. Pero el pasado, en Argentina, finalmente se va aclarando, a pesar del humo.

© 2008 Naomi Klein

Autora de La doctrina del shock, www.naomiklein.org.

Monday, March 24, 2008

Wednesday, March 19, 2008

Festival de Tennessee Williams, Nueva Orleans


Hace más de diez años estaba en San Antonio Texas, visitando a una amiga de mi madre: Doña Conchita vivía en una casa llena de antigüedades chinas, tenía unos ochenta años, viuda, había estado casada con el representante de Johnson&Johnson en Asia, un mexicano, yucateco como ella. Por si eso fuera poco, Doña Conchita había crecido en una hacienda enequenera en la península de Yucatán y tenía formidables historias sobre un ferrocarril que atravesaba la propiedad de su familia.

Me recordaba un poco a un personaje de esos que se han plasmado en la literatura y el cine del sur de los Estados Unidos. Me recordaba un poco a un personaje que aparece en la adpatación al cine que Alfonso Cuarón hizo de Great Expectations, novela de Charles Dickens. En la versión de Cuarón, Anne Bancroft personifica a una Ms. Dinsmoor que canta "Besame Mucho" y baila recordando un glorioso pasado. La historia es adapatada a la Florida de los 90 por Cuarón. La locación utilizada para la casa de Ms. Dinsmoor es Ca d'Zan, una vieja mansión en Sarasota Bay que perteneció al cirquero John Ringling. Lo cuál le da un toque sureño a la película muy estilo Loussiana.

Aunque en el sur, San Antonio no es una ciudad cultural como Nueva Orleans. Actualemnte es popular por estar cerca de la frontera y ser un lugar para ir de compras, hacer "el shoping". En esa ocasión, había viajado con mi madre y mi hermana para hacer lo propio. Sobra decir que además era un placer poder hospedarse en casa de Doña Conchita y escuchar sus historias.

En aquel año de 1997 amazon.com gozaba de una corta vida. Como recién iniciado no estabamos seguro si debía confiar al Servicio Postal Mexicano con un encargo de libro. A la fecha mi relación con el comercio elctrónico y SEPOMEX ha funcionado, aunque no ha estado excenta de malas experiencias.

En aquel viaje a San Antonio TX, necesitaba algunos libros sobre China. Ese verano debía volver a la Ciudad de México para tomar un curso sobre el Este de Asia en la universidad. Doña Conchita nos prestó (a mi mamá, a mi hermana y a mí), una vieja camioneta Dodge de 8 cilíndros para ir a Austin en busca de dichas obras académicas. En expedición punitiva viajamos a la capitlal del estado sin éxito. Ninguna de las librerias que encontramos alrededor de la Universidad de Texas, que no fueron muchas, tenía esos libros.

Regresamos a San Antonio donde me dí a la tarea de buscar alguna librería descente. En Austin solo había encontrado libros de texto y manuales de jardinería. En San Antonio, para mi sorpresa, encontré varias librerías de libros raros y usados en la Sección Amarilla.

Otra vez sin éxito, busqué los libros para mi curso de China. Supongo no eran ni tan raros ni tan usados. A cambio, tal vés en pago a mi perseverancia, encontré ediciones viejas de libros empastados en piel a buen precio. San Antonio tiene algunas de las librerias de viejo más interesantes que conozco. Una de las más conocidas es Cheever Books, especializada en libros raros y usados y que hasta la fecha no cuenta con sitio de Internet. Estas librerías suelen ser casas viejas de madera, tipo tejano o escopeta, levantadas del suelo para evitar inundaciones. Fue ahí donde conseguí ediciones en piel de The Seven Pillards of Wisdom, Leaves of Grasss, David Copperfield y obras selectas de Conan Doyle, por 10, 15 y 20 dólares. Una edición de 1977 del Franklin Center para el "American Revolution Bicenntenial Administration" de obras de Tennesse Williams es lo que me hace mencionar todo ésto.

Cada año en Nueva Orleans se dan cita amantes de la literatura para festejar el Tennessee Willimas Festival . Este año se festeja del 26 al 30 de marzo en el Big Easy. La Ciudad de Nueva Orleans acaba también de anunciar un nuevo plan bibliotecario por 650 millones de dólares por 25 años. El dinero será donado por la Fundación Gates, la Carnegie Corporation y la Pftzer Foundation, entre otros. El hilo conductor del nuevo plan bibliotecario serán las bibliotecas culinárias y de jazz. (ver Times-Picayune, 18 mar)

Me cuesta trabajo imaginar una mejor forma de fomentar la lectura que por medio de la comida y la música. Solo esperemos que tan jugoso plan financiero se libre de la corrupción, tan dañina en proyectos como la Biblioteca Vasconselo de México.

Saturday, June 09, 2007

Movimiento magisterial en Uruguay

A continuación un artículo del periodista argentino Raul Zibechi, aparecido ayer en el periódico mexicano La Jornada:


Raúl Zibechi
Uruguay: triunfo del movimiento popular


El presidente uruguayo Tabaré Vázquez el lunes pasado debió dar marcha atrás en su intento de transformar el "Nunca más", expresión acuñada por el movimiento popular y los organismos de derechos humanos contra el terrorismo de Estado, en una reconciliación con los que desaparecieron y torturaron durante la dictadura (1973-1985). A fines de diciembre, Vázquez había propuesto que el 19 de junio -día del nacimiento del héroe patrio José Artigas- se realizara un gran desfile cívico-militar con la participación de niños y estudiantes como muestra de que "Nunca más" habrá enfrentamientos entre uruguayos. También remitió al parlamento una ley para indemnizar a los familiares de militares muertos por la guerrilla, a los que se equiparaba con los desaparecidos.

Ambas propuestas fueron rechazadas por los movimientos sociales, y en el seno del Frente Amplio se registró una dura polémica que mostró al oficialismo partido en dos, aunque una mayoría parecía oponerse a las propuestas de Vázquez, quien se convirtió en defensor de la "teoría de los dos demonios", que sostiene que hubo una guerra entre dos bandos que violaron por igual los derechos humanos. Esta concepción, defendida por las derechas del continente, busca minimizar el terrorismo de Estado al colocarlo en pie de igualdad con las guerrillas y los movimientos populares.

La propuesta de Vázquez forma parte de un proceso de abandono de las anteriores tesis de la izquierda uruguaya que ha virado hacia un pragmatismo elemental. Ese viraje se registra en todos los frentes y abarca todos los aspectos de la política oficial. Uruguay mantiene un sólido alineamiento con Estados Unidos y tiene hondas diferencias con sus vecinos, en particular con Argentina, pero también con el resto del Mercosur. Es el único país de la alianza regional que no integra el Banco del Sur que será lanzado este mes.

Días atrás, el equipo económico comandado por el ministro Danilo Astori participó en un seminario junto a delegados del FMI para evaluar la crisis económico-financiera de 2002. Según el análisis esgrimido, la forma como el gobierno conservador de Jorge Batlle encaró la crisis fue la correcta, cuando en ese momento la izquierda en la oposición criticaba con dureza las medidas que se estaban tomando. Revelando una forma de pensamiento similar a la que se emplea respecto a la violación de los derechos humanos, se sostiene que la crisis vino del exterior, en concreto de Argentina, que es la mejor forma de decir que la apertura económica y la desregulación financiera no jugaron un papel determinante en la mayor crisis que sufrió el país.

Lo anterior indica que el alineamiento con Washington y el intento de firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la superpotencia no son hechos aislados, sino opciones de larga duración que se irán implementando en la medida que se vayan eludiendo los obstáculos internos que lo impiden. La firma del TLC fue pospuesta por los mismos motivos que ahora llevan al presidente a dar marcha atrás en su desfile cívico-militar de reconciliación nacional: el movimiento social y una parte de la izquierda no han claudicado. Fue el sindicato de maestros el que jugó un papel relevante. Una amplia consulta democrática a las bases tuvo un resultado contundente: 90 por ciento del magisterio se opuso a participar en el desfile.

La contundencia del sindicato magisterial rindió frutos. El 29 de mayo la central sindical PIT-CNT acompañó un paro nacional de 24 horas de todas las ramas de la enseñanza en reclamo de que se cumplan las promesas electorales de aumentar el presupuesto educativo. Ese mismo día miles de trabajadores reclamaron por salarios y por "Nunca más" terrorismo de Estado. El 20 de mayo, fecha en que se conmemora el asesinato de cuatro uruguayos en Buenos Aires en 1976 (el senador Zelmar Michelini, el diputado Héctor Gutiérrez Ruiz y dos militantes tupamaros), asesinados por militares uruguayos con apoyo de la dictadura de Videla, más de 50 mil personas expresaron su rechazo a la reconciliación anunciada por Vázquez. El presidente no tenía otra salida que dar marcha atrás o arriesgarse a una crisis en su fuerza política.

En un momento clave para el país y la región, el movimiento social mostró que es posible contener el viraje hacia la derecha. Algo similar había ocurrido a comienzos de marzo con la visita de George W. Bush. La firme posición de los movimientos horadó la disciplina de la fuerza política y mostró que los límites reales vienen de abajo, de una cultura política que aún debilitada y golpeada por dos décadas de neoliberalismo sigue siendo capaz de ganar batallas. Ahora vienen tiempos más difíciles, porque la oleada popular que barrió el continente en los últimos años parece estar tocando techo, por lo menos en el Cono Sur.

En el mismo acto en que Tabaré Vázquez dio marcha atrás con el polémico desfile por la reconciliación, adelantó que no aspira a la relección en 2009. Faltan dos años y en unos meses empezarán a acomodarse las fichas de las próximas elecciones. El ministro de Economía es el mejor posicionado para suceder a Vázquez, pero representa el ala proestadunidense y antiMercosur del gabinete. Se adivina una dura batalla.

El problema de fondo es que en estos momentos se está consolidando una segunda oleada neoliberal en el continente, que profundiza la de los 90, centrada en las privatizaciones, con tres ejes: minería a cielo abierto, agronegocio con base en la soya y caña de azúcar para etanol, y el complejo forestación-papeleras. Los tres se benefician de cuantiosas inversiones y apuntan a la apropiación de los recursos naturales por las multinacionales. Uno de los problemas más graves es que este nuevo empuje neoliberal está siendo pilotado por una parte de los gobiernos progresistas. Por eso los equilibrios y pugnas internas, como las que se dirimen en Uruguay, van a marcar el rumbo de la región durante un buen tiempo.

Sunday, December 24, 2006

Ecuación Utópica

(MEXICO)-(TELEVISA)-(TVAZTECA)= UTOPIA

Thursday, October 26, 2006

NEW YORK TIMES' QUOTATION OF THE DAY

"This year has been one to forget, a black year. It's the most violent year in the last 50 years, and the acts are barbaric, bloody, with no trace of humanity."
JORGE VALDEZ, a spokesman for the Acapulco police, on drug-related killings there.

Saturday, October 07, 2006

La Ley del Libro y el PRI-AN


Hace ya algunos meses, antes de las elecciones del 2 de julio, paseando por la Librería El Sotano, me encontré con un libro de Manu Dobernier titulado PRIAN. El libro de Dobernier me causó curiosidad más no lo compré inmediatamente. Después de un par de semanas regresé por la libreria pensando que pòdría llevarme ese libro, pero no lo encontré. Creí que simplemente lo habían quitado de la vista del público y cómo no tenía tiempo de urgar entre los estantes me retiré. Hoy en la mañana pasé por El Sotano y me atreví a preguntrale a uno de los dependientes por el libro titulado PRIAN de Manu Dobernier. El dependiente me dijo simplemnte "se me agotó", a lo que yo pregunté "¿se agotó o se lo llevaron?, el dependiente un tanto despreocupado me respondio: "se lo llevaron".

De Manu se casí nada, tengo conocimiento de su existencia porque a mi hermana le dejaban leer sus libros cuando estudiaba comunicaciones en la UIC. También le dejaban leer a Loret de Mola, tio del actual presentador de noticias de Televisa y que por lo visto no le hace ningún honor a su nombre. En el panteón de esas obras de periodismo crítico recuerdo otro título de cuando era niño, Lo Negro del Negro Durazo. El Negro Durazo era jefe de la policia capitalina a finales de los 70. Según recuerdo el libro fue un escandalo, algo fuera de lo común.

Durante este tiempo era muy común que si un libro, una revista o incluso un periodico dijeran algo que no gustaba al gobierno, la Secretaría de Gobernación mandará a comprar todos los ejemplares de la publicación con el objetivo de que el público no la leyera. De cualquier manera, aunque yo los tenía en mi casa, nunca me atreví a tomar alguno de esos volumenes, me parecian libros de denuncia no muy confiables, en el mejor de los casos literatura barata sin mucho rigor. En aquel entonces, muchos universitarios mexicanos (tal vés por pertencer a la Generación X) no leiamos periodismo crítico, mucho menos antigobernista. Se requirió el estallido guerrillero de Chiapas y la irrupción del sub-Marcos en escena para sacarnos de nuestro nihilismo grunchetero.

La pasada legislatura las Cámaras de Diputados y Senadores aprobaron la Ley para el fomento del libro y la lectura, pero el presidente Fox se negó a publicarla y la regresó al Congreso con comentarios, lo que practicamente constituye un veto. El punto de disputa entre el Ejecutivo y el Legilativo es el precio único. Esste capítulo de la ley fue cabildeado por diversos editores y libreros que tienen muchos problemas para competir con las grandes editoriales y librerias. Información sobre esta ley puede ser encontarada en www.leydellibro.org.mex

El asunto del precio único puede ser explicado de manera simple con un ejemplo capitalino: Actualmente, si se quiere comprar un libro en la Ciudad de México lo más sensato es dirigirse al sur de la ciudad. Ahí es posible encontrar a las librerias más importantes y mejor surtidas, entre ellas El Sotano. Según me comentó un amigo que trabajó varios años en la industria editorial, estas librerias siempre tienen buen surtido y buenos precios porque gracias a sus volumenes de ventas pueden obligar a los editores a darles precios preferenciales y por lo tanto sacar de la competencia a los libreros más pequeños. Al msimo tiempo, para el editor pequeño, estas librerias representan un exprimidor de sus ganacias. La propuesta del precio único en la Ley de fomento. . . busca que exista mayor equidad entre libreros y editores, grandes y pequeños. Es sobre todo por esto que las librerias en esta ciudad con mas de 20 millones de habitantees se encuentran en un corredor que va de la UNAM al Centro. La mayoría de los barrios fuera de este corredor no cuentan con librerias y por supuesto encontrar una buena libreria en provincia es casí un milagro.

El caso del libro PRI-AN (ambos partidos que pardojicamente aprobaron la ley en el Congreso) ilustra la necesidad de un mercado más equitativo más alla de los argumentos económicos y culturales: si la mayoría de los volumenes de un tiraje se encuentran en un corredor tan estrecho, y si en este corredor basta con ir a Gandhi y a El Sotano para obtener el grueso de los ejemplares que se encuntren en el mercado de alguna edición, sin duda será más facil retirar un libro del mercado si así se desea. En tiempos electorales esto particularmente cierto.

El caso del libro de Manu Dobernier no importa porque sea Manu, sino porque eso podría pasar a cualquier otra publicación. Lo más grave es que nisiquiera es necesario que al gobierno no le guste un libro, basta con que el director del Sotano o Gandhi no esten de acuerdo con una publicación y esten dispuesto a invertir un poco de dinero (por supuesto a cambio de algún favor) para retirar los volumenes no deseado.